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La atención oportuna de estudiantes con bajo desempeño lector o con un trastorno de lectura exige una identificación y caracterización lo más tempranas posibles. Sin embargo, en algunos contextos, la detección de estos problemas de aprendizaje suelen tardar años, lo que genera una serie de repercusiones negativas. Al lograr un reconocimiento temprano, se evita que los niños vivan la frustración que implica no poder leer a la par de sus coetáneos y, con ello, el rezago educativo en materia de conocimientos adquiridos mediante la lectura.
Objetivo: Facilitar a educadores, investigadores y clínicos, la detección de los niños con riesgo de dificultades de lectura. Una vez que se identifiquen, podrán evaluarse con otros recursos diagnósticos más específicos, ya sea para confirmar la presencia de un problema de lectura o bien de alguna otra situación que dé origen a sus impedimentos en el manejo del material escrito.
Características: Se compone de seis tareas. Cada una de estas tareas examina algunas habilidades subyacentes o prerrequisitos del proceso de lectura, y que, de acuerdo con la literatura especializada, tiene una fuerte asociación con la habilidad del lector en el reconocimiento de palabras y por ende con la velocidad y la fluidez, así como con la comprensión de la lectura.
Clasificación A:
Psicólogos con estudios de licenciatura y/o estudiantes de psicología avalados por alguna institución o algún profesional acreditado. Accesible a profesionales con cédula ajenos a la psicología, de acuerdo a las especificaciones de cada prueba:
• Medicina • Pedagogía • Trabajo social • Terapeuta ocupacional, de lenguaje, etc.
• Educación • Recursos humanos • Criminología • Enfermería
Requisitos importantes: formación adecuada y conocimientos básicos en la administración ética de instrumentos de evaluación.
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