¢15,900.00
Roderick Strange ofrece un retrato de la vida interior de Newman, uniendo su propia vida de estudio con materiales más actuales que han salido a la luz recientemente. Strange considera la intimidad de Newman con Dios y su comprensión de Cristo, que lo llevó a complacerse en el don de la Eucaristía. Esa vida interior inspiró más adelante su ministerio pastoral al servicio de los demás.
Esa comprensión de la espiritualidad y del legado de Newman, sugiere el autor, podría ofrecernos una apología para nuestros tiempos, una en la que nos demos cuenta de la conexión entre lo sagrado y lo secular; una en la que nuestra fe pueda sostenernos en las inevitables dificultades de la vida; una en la que podamos cultivar una percepción peculiar de la fe que nos ayude a reconocer los dones del Espíritu que nosotros como cristianos –esto es, como personas que estamos a la expectativa de Cristo– hemos recibido.
La canonización de Newman, o su elevación a la santidad, es el reconocimiento, por parte de la Iglesia, de que ofrece un modelo de santidad para todos nosotros. Suya es esta célebre frase sobre sí mismo: No tengo nada de santo. La Iglesia, sin embargo, ha decidido lo contrario. Este libro desvela las diferentes capas de su espiritualidad a fin de explorar de forma respetuosa el corazón de su santidad.
Recibí novedades y descuentos